La ciencia que cultiva el futuro del agro ecuatoriano fue el eje central con el que BASF conmemoró el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, celebrado el 10 de noviembre, destacando cómo la investigación aplicada y la tecnología están transformando el campo ecuatoriano hacia una producción más eficiente, resiliente y respetuosa con el ambiente.
En esta fecha, la compañía resaltó que la ciencia ha sido el motor de cada avance que impulsa el futuro del agro. Desde la investigación aplicada hasta el desarrollo de tecnologías adaptadas a las condiciones locales, la industria ha trabajado junto a los agricultores para ofrecer soluciones sostenibles frente a desafíos como el cambio climático, la productividad y la gestión eficiente de los recursos naturales.
Entre las iniciativas impulsadas por BASF en Ecuador, destacó el uso de drones agrícolas, una tecnología que desde 2018 forma parte de las estrategias de la empresa para lograr aplicaciones más precisas y eficientes en el campo.
Estas herramientas permiten optimizar hasta en un 80% la eficiencia de aplicación y reducir cerca de un 90% el consumo de agua, contribuyendo a un manejo más responsable de los recursos y a la seguridad de los operadores, además de abrir paso a nuevas oportunidades laborales vinculadas con la agricultura digital.
Otro avance relevante fue la presentación del Showroom Virtual 360°, una plataforma inmersiva que permite recorrer de forma virtual parcelas demostrativas del cultivo de banano, donde los visitantes pueden observar los resultados de distintas soluciones en el control de enfermedades como la Sigatoka negra. Este recurso digital ha facilitado el acceso al conocimiento técnico incluso en zonas remotas, fortaleciendo la transferencia de innovación hacia los productores.
La aplicación científica también se reflejó en el uso de soluciones de origen natural, como Kelpak®, un bioestimulante elaborado a partir del alga marina Ecklonia maxima, que mejora la absorción de agua y nutrientes, estimula el crecimiento radicular y ayuda a las plantas a enfrentar el estrés climático. Este tipo de desarrollos reflejan el compromiso del sector por reducir la huella ambiental y promover una agricultura más resiliente.
“En BASF creemos que la ciencia tiene el poder de transformar las comunidades agrícolas y generar bienestar sostenible. Cada innovación que desarrollamos está orientada a ayudar al productor a producir más con menos, cuidar los recursos naturales y fortalecer la seguridad alimentaria del país”, señaló Stephanie Valquinta, gerente del negocio de Soluciones para la Agricultura de BASF Ecuador.
La compañía también destacó sus programas de capacitación, asesorías técnicas y herramientas digitales que promueven la formación científica de los agricultores, fortaleciendo sus capacidades para adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno.
En el marco del Día Mundial de la Ciencia, BASF reafirmó su compromiso con el desarrollo de una agricultura sostenible y colaborativa, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 2 (Hambre Cero), ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) y ODS 13 (Acción por el Clima).
Con la ciencia como aliada, la compañía ratificó su propósito de seguir cultivando el futuro del agro ecuatoriano, impulsando la innovación, la resiliencia y las oportunidades para el campo.
En BASF, todo lo que hacemos, lo hacemos por amor a la agricultura: el trabajo más valioso de la Tierra.


