
Desde finales del año 2021, y en lo que va del año 2022, el mundo enfrenta una escasez de fertilizantes, impulsada por un alza de los precios de aproximadamente un 78% en este lapso. Adicionalmente, los fertilizantes han dejado de estar disponibles en el mercado, debido a que numerosas plantas de producción que enfrentaban márgenes negativos detuvieron la producción por el aumento en el precio de la energía, entre otras razones.
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En consecuencia, se espera que la reducción de las aplicaciones de fertilizantes disminuya el rendimiento y la calidad de la producción de alimentos.
Todas las prácticas que promuevan un aumento de la materia orgánica y mayor biodiversidad del suelo mejorarán su fertilidad y capacidad de suministrar nutrientes a las plantas. Sin embargo, es importante mantener un balance entre las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
Este documento resume brevemente las alternativas recopiladas hasta la fecha por la Comunidad de prácticas de suelos (CdP-Suelos) para América Latina y el Caribe, y otras medidas adicionales implementadas en la región para enfrentar esa situación.
La FAO divulgó las alternativas recopiladas hasta la fecha por la Comunidad de prácticas de suelos (CdP-Suelos) para América Latina y el Caribe, identificadas por el proyecto Apoyo a la cooperación regional para la gestión climática de los ecosistemas agrícolas con énfasis en agua y suelo y el seminario virtual Biofertilizantes y otras tecnologías disponibles para enfrentar la crisis de los fertilizantes en América Latina y el Caribe.
En dicha publicación recomienda una serie de pautas para que el productor no confunda deficiencias nutricionales con enfermedades, realice diagnósticos rápidos de campo, y en caso de no disponer de análisis de suelos, aplicar las recomendaciones de fertilización disponibles en los países para los diferentes cultivos para que mantenga un nivel mínimo de nutrientes en suelo y ejecute un programa integral de fertilización a nivel de finca que emplee microorganismos, fitohormonas, coberturas vivas o muertas de cultivos, residuos agrícolas y forestales, residuos de la transforma – ción de alimentos, residuos verdes urbanos, biosólidos, al – gas y estiércol anima, roca fosfórica, entre otros.
La FAO menciona como alternativas avanzadas en Ecuador, la primera normativa para el registro de agentes de control biológico, preparados minerales, extractos vegetales, semi-químicos y afines de uso agrícola, la cual tiene la visión estratégica para formalizar a los operadores que se dedican a la fabricación, formulación, distribución y envasado de estos insumos, así como también que cumplan con los procedimientos y criterios necesarios que permitan garantizar la calidad y estabilidad en el mercado.