Banco Mundial: Precios de los cereales siguen altos
Una inflación superior al 5 % se registra en el 57,9 % de los países de ingreso bajo, el 86,4 % de los países de ingreso mediano bajo y el 62 % de los países de ingreso mediano alto.
Los países más afectados se encuentran en África, América del Norte, América Latina, Asia meridional, Europa, y Asia central. En términos reales, la inflación de los precios de los alimentos superó la inflación general en el 78 % de un conjunto de 163 países.
Los índices de precios agrícolas y de exportación bajaron un 2 %, y el índice de precios de los cereales, un 1 % en comparación con la última actualización del 28 de septiembre de 2023.
Arroz al alza, maíz y trigo a la estabilidad
Los precios del trigo, que disminuyeron un 5 %, fueron el principal factor que impulsó el descenso del índice de precios de los cereales; los precios del arroz fueron un 1% más bajos, y los del maíz, un 1 % más altos comparados con la última actualización.
En términos interanuales, los precios del maíz y el trigo fueron un 29 % y un 35 % más bajos, respectivamente, mientras que los precios del arroz han seguido su tendencia ascendente desde mayo y fueron un 41 % más altos.
Lo ocurrido con el arroz se explica por la prohibición de India de exportar arroz no basmati impuesta en julio de 2023. Esto ha generado inquietud sobre la posibilidad de que otros países, como Myanmar y Filipinas, también pudiesen aplicar restricciones comerciales. Otro factor que está contribuyendo al alza de los precios es la probabilidad de que el fortalecimiento del fenómeno El Niño interrumpa la producción de arroz en los principales proveedores asiáticos. Para proteger la seguridad alimentaria, los líderes de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN, por sus siglas en inglés) han expresado su compromiso de mantener el flujo de productos agrícolas y evitar barreras comerciales “injustificadas”.
En el Informe de seguimiento del mercado del Banco Mundial, también se analiza la aplicación de políticas monetarias restrictivas por parte de los bancos centrales en todo el mundo para combatir la inflación, una medida que tiene consecuencias importantes en los mercados mundiales de cereales. Las mayores tasas de interés restringen el acceso al crédito de los participantes en el mercado, aumentando los costos de los préstamos para los agricultores y los comerciantes de cereales, los que a su vez pueden limitar el crecimiento de la producción a largo plazo e incrementar los gastos de almacenamiento de estos productos. Además, el alza de las tasas de interés reduce la liquidez en los mercados financieros, y esto puede dar pie a ventas masivas de fondos de inversión y disminuir los precios de los cereales. Las tasas de interés más altas pueden también provocar un aumento del valor de las divisas, y por consiguiente elevar el costo de las importaciones de granos para los países de ingreso bajo con déficit de alimentos. Se prevé que estas altas tasas de interés se mantendrán, y ello genera preocupación sobre los efectos permanentes en los mercados agrícolas y en la seguridad alimentaria mundial.
Según la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (PDF, en inglés), aproximadamente 100 millones de personas en todo el mundo necesitarán asistencia alimentaria hasta principios de 2024, en parte debido al fuerte episodio en curso de El Niño.
Después de la invasión de Rusia a Ucrania, se ha incrementado el número de políticas relacionadas con el comercio impuestas por los países. La crisis alimentaria mundial se ha agravado en parte por el creciente número de restricciones al comercio de alimentos establecidas por los países con el objetivo de aumentar la oferta interna y reducir los precios.
Hasta el 9 de octubre de 2023, 19 países habían establecido 27 prohibiciones a la exportación de alimentos, y 7 habían implementado 15 medidas que limitan las exportaciones.
Labor del Banco Mundial
En mayo de 2022, el Banco Mundial se comprometió a destinar USD 30 000 millones a lo largo de un período de 15 meses para hacer frente a la crisis. La institución ha superado esa meta. El Banco Mundial ha ampliado su respuesta en el ámbito de la seguridad alimentaria y nutricional y ha puesto a disposición USD 45 000 millones, un monto que comprende USD 22 000 millones en nuevo financiamiento y USD 23 000 millones que provienen de la actual cartera.
La cartera de seguridad alimentaria y nutricional abarca 90 países, e incluye intervenciones a corto plazo, como la ampliación de programas de protección social, y proyectos de resiliencia a largo plazo, como iniciativas sobre el aumento de la productividad y la agricultura climáticamente inteligente.