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Cuáles son las cuatro principales fábricas de fertilizantes en Argentina

Actores Productivos

La Bolsa de Comercio de Rosario relevó el panorama actual y las oportunidades del mercado de fertilizantes en Argentina.

En el informativo semanal, Julio Calzada y Guido D’Angelo repasaron que existen varias plantas que industrializan fertilizantes en nuestro país. Pero para los cultivos extensivos (principales granos) se destacan los emprendimientos industriales de Profertil, Bunge y Mosaic. 

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Tomando datos de Fertilizar Asociación Civil, los especialistas de la BCR explican que la producción nacional de fertilizantes se remonta a la década del 60. No obstante, década de los 90’ marca un quiebre en la necesidad de fertilizar. A partir de allí, la primera década de este nuevo siglo encuentra a la industria en pleno crecimiento. En la última década, se observó un estancamiento luego de este auge que se experimentó entre el 2000 y el 2010. A continuación, se expone un cuadro con las principales plantas de fertilizantes en el país.

El siguiente cuadro muestra los principales productores, que representan la mayoría del volumen de producción nacional de fertilizantes. No obstante, aclaran que la lista no es exhaustiva, ya que otros fertilizantes son producidos a una escala de producción más acotada. Para citar un ejemplo, la producción de yeso se encuentra atomizada en múltiples empresas, existiendo cuatro plantas a nivel nacional que lo ofrecen puro y en mezcla con fosfatados.

Fertilizantes en Argentina

En Argentina se consumen 5,3 millones de toneladas de fertilizantes (Año 2020). El 54% son nitrogenados (urea, nitrato de amonio calcáreo) y el 36% son fosforados (fosfato monoamónico y el fosfato diamónico, más conocidos como MAP y DAP). Los tres nutrientes principales a nivel mundial son nitrógeno, fosforo y potasio. 

Si bien hay más de 14 nutrientes esenciales que los fertilizantes proveen a los suelos, los principales son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). En base a estos nutrientes se desarrollan los fertilizantes nitrogenados, fosfatados y potásicos respectivamente, que no obstante pueden incluir otros nutrientes.

“Los fertilizantes nitrogenados son los que vienen revistiendo mayor consumo en nuestro país, representando casi el 56% del mercado nacional de fertilizantes. Todos los tipos de urea y el nitrato de amonio calcáreo son los fertilizantes nitrogenados más consumidos”, destaca la BCR.

Por su parte, entre los fertilizantes fosforados más aplicados encontramos el fosfato monoamónico y el fosfato diamónico, más conocidos como MAP y DAP. El sulfato de amonio es a su vez el fertilizante azufrado más consumido. Finalmente, entre los fertilizantes potásicos más usados se encuentran el cloruro y el nitrato de potasio.

En este sentido, el MAP, la Urea y el Superfosfato simple son de los más utilizados en la zona núcleo de producción de Argentina.

En 1990 los fertilizantes empiezan a ganar lugar en Argentina: “En el año 2000 consumíamos 1,75 Mt. Hoy 5,3 Mt. Tanto en 2019 como en 2020 la importación de fertilizantes viene superando las 3 Mt de toneladas, con una erogación de divisas por cerca de US$ 1.100 millones”, señala el informe haciendo referencia al mercado argentino de fertilizantes.

La década iniciada en 1990 es la época donde los fertilizantes comienzan a hacer pie en Argentina. Desde entonces, y a pesar de muchos altibajos, el uso de fertilizantes ha mostrado un sostenido crecimiento: “En 1990 apenas se consumían 300 mil toneladas de fertilizantes en todo el país. En el año 2000 ya consumíamos 1,75 Mt, mientras que para el 2010 ya habíamos superado el umbral de los 3 Mt por año. El consumo siguió en alza y el año pasado el consumo de fertilizantes se ubicó en torno a los 5,3 Mt, creciendo más de 17 veces respecto al consumo del año 1990″.

En este sentido, tanto el 2019 así como el 2020 la importación de fertilizantes viene superando las 3 Mt de toneladas, con una erogación de divisas por US$ 1050 millones y US$ 1.115 millones respectivamente. Estas importaciones no deben perderse de vista, ya que la demanda de fertilizantes en nuestro país sigue en aumento y los fertilizantes importados ingresan mayoritariamente por los puertos de la Hidrovía Paraná-Paraguay, razón por la cual la próxima licitación del dragado y balizamiento es clave. Así, es esperable que la reciente bajante del río represente un incremento en los costos logísticos unitarios que repercute sin dudas en los precios internos de los fertilizantes.

En los primeros cuatro meses del 2021 ya se importaron más de 0,7 Mt de fertilizantes, por las que se ha abonado un total de US$ 265 millones. Si los ordenamos en función de su importancia, los principales proveedores de estos fertilizantes en 2020 para nuestro país fueron los Estados Unidos, Marruecos, Egipto, China, Rusia y Argelia. Sus posiciones relativas se mantienen mayoritariamente para lo que va del 2021.

Fertilizantes: ¿Qué oportunidades y amenazas se pueden identificar para la Argentina?

La BCR concluye que, como se ha visto, el mercado de la fertilización en nuestro país ha crecido con fuerza y seguirá creciendo en tanto se expanda la producción y se busque más productividad en los diferentes sectores agrícolas. La pérdida de nutrientes de los suelos es una realidad que debe ser encarada con un uso aún más extendido de fertilizantes.

Como bien se destacó en un encuentro reciente organizado por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, hoy la Argentina necesita duplicar su consumo de fertilizantes para asegurar en el mediano plazo la productividad de los sectores agrícolas. En este sentido, se hacen necesarios incentivos con el objetivo de estimular la producción y la aplicación de fertilizantes en todo el territorio nacional.

Un proyecto legislativo presentado hace algunos años está en línea con estos incentivos. Este proyecto contempla la deducción del gasto en fertilizantes para el cálculo del Impuesto a las Ganancias, en línea con un plan de siembra y un estímulo sostenido a la fertilización de los suelos. No obstante, este proyecto de ley perdió estado parlamentario recientemente.

A su vez, nuestro país es un neto importador de fertilizantes, sin que existan acuerdos comerciales sostenidos a nivel bilateral ni regímenes de promoción que faciliten la producción nacional y la importación de estos insumos clave para la producción agrícola. El desarrollo aún más profundo de canales comerciales podrá acompañar con fuerza este incremento del consumo y la importación de fertilizantes.

Este conjunto de decisiones se hacen claves en función de las perspectivas de corto y mediano plazo. Latinoamérica espera ser la región del mundo donde se experimente el mayor crecimiento del uso de fertilizantes, en términos tanto relativos, así como absolutos (IFA, 2020). 

Lo ateniente al cambio climático y a la seguridad alimentaria da motivos para pensar que en el futuro cercano habrá un gran crecimiento en la producción y comercialización global de estos insumos clave para los cultivos.

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