Pucusana: la actividad pesquera relegada
Pucusana posee 37.84 kilómetros cuadrados de extensión y tiene aproximadamente 17 mil habitantes, los que hacen de este distrito el quinto menos poblado de la provincia de Lima. Según el antropólogo César Espinoza Fuentes, su nombre deriva de “Pucu” (rojo en quechua costeño) en alusión a los cerros rojizos por el óxido de hierro de la zona; y a la partícula “Sana” del aimara que significa “abundancia de algo”. Este pueblo de pescadores provenientes de Chilca, alcanzó la condición distrital en 1943, cuando abarcó los entonces caseríos de San Bartolo, Cantera y Yesera. En su configuración geográfica se aprecia el “Boquerón del Diablo”, un túnel de 50 metros, abierto en roca viva por cuyo canal corren rugientes olas, y los balnearios de Isla Galápagos, Naplo, Las Ninfas, La Yesera, Club Náutico Poseidón, La Quipa, La Honda y La Tiza.
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Entre pescadores y gentes dedicadas a actividades afines, ocupa a más de 3,000 personas relacionadas con la captura y comercialización de pota, pejerrey, bonito y perico, entre otros. Según el Ministerio de la Producción (PRODUCE), en 2020 se desembarcaron 15,606 toneladas métricas de productos pesqueros, aunque en 2018 la extracción superó las 46 mil toneladas. Debido a su cercanía a Lima (está en el kilómetro 60 de la carretera Panamericana Sur) y a la abundancia de recursos de la zona, la caleta es de tal atractivo que acuden naves de todo el litoral a faenar, lo que ha generado una enorme congestión en el Desembarcadero Pesquero Artesanal y no pocas pugnas con las actividades de turismo y las propias de la temporada de playa, en verano.
Dadas estas condiciones, hace más de 15 años se propuso la construcción de un nuevo Desembarcadero en Grano de Oro, a 2 Kilómetros del actual muelle pesquero. En ese lugar se contaría con las facilidades suficientes para desarrollar una infraestructura con visión futurista, fuera del área urbana. Tendría la amplitud suficiente para contar con productores de hielo, plantas de procesamiento, cámaras de almacenamiento, abastecedores de combustible y talleres de servicio. En síntesis, un lugar que agregara valor al pescado y al esfuerzo de los hombres de mar. Por razones desconocidas, diferentes reparticiones públicas le pusieron obstáculos burocráticos a PRODUCE que finalmente desechó el plan.. Hoy se habla de un proyecto privado de Puerto de Pucusana, que estaría por conseguir las autorizaciones que el propio Estado no pudo otorgarse para resolver la problemática artesanal de la zona.
Los pescadores de la localidad rechazan esta propuesta por considerar que les han quitado el protagonismo central en el desarrollo de su iniciativa, y que les han ofrecido un espacio secundario en el que serían algo así como inquilinos precarios. Si no pueden acceder a Grano de Oro, nunca podrán resolver su problemática en el distrito. Ojo con los analistas de conflictos que acá se puede incubar uno muy grande.
Adicionalmente, Pucusana clama por una urgente formalización, como todos los gremios de pescadores artesanales del litoral. También requieren la mejora de los servicios que se ofrece a los emprendedores de la pesca, deportes náuticos y el turismo, así como un compromiso verdadero de los funcionarios públicos que ignoran y descuidan una zona que podría ser un auténtico polo de desarrollo, si hubiera voluntad del Estado que pareciera afanarse por ser más grande, cuando no hace bien lo que hoy es su misión por mandato de las leyes. Para esto, no necesitan cambiar la Constitución.