Tres lácteos al día es lo adecuado toda la vida, aducen científicos
Un análisis al reciente estudio desarrollado por un equipo multidisciplinar de científicos españoles sobre el alto consumo de leche entera en las personas adultas y su relación con una mayor tasa de deterioro cognitivo con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, hablan de “consumos excesivos” de un alimento cuando las dietas “deben ser proporcionadas y en cantidades adecuadas a la edad, el sexo o el estado de salud”.
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La presidente de la Fundación Española de Nutrición, Rosaura Leis, señala que el exceso en el consumo de cualquier alimento “no sería lo adecuado” porque “hacen que nuestra dieta no sea diversa”.
En todo caso, destaca los estudios que ponen en evidencia el efecto positivo de las grasas de la leche para la salud metabólica. Considera que esos tres lácteos al día sería la ración adecuada a lo largo de la vida.
Por otro lado, Leis habla de los auto-diagnósticos sobre intolerancias, es decir, esas personas que dejan de consumir leche al creer que son intolerantes a la lactosa, algo que también pasa con otros nutrientes como el gluten.
Recuerda que las “impresiones personales” no son “diagnósticos clínicos” por lo que antes de dejar de consumir un producto es necesario que sea confirmado por un especialista para que nos diga cómo podemos suplementarlo o modificar la dieta.
De todas formas, ha recordado que en el caso de los lácteos hay productos sin lactosa y ha subrayado que una mayoría de gente con mala absorción de ese nutriente tiene un nivel de intolerancia que no le impide ingerir las dosis recomendadas de consumo.
También están los consumidores que, aún sabiendo que no tienen ninguna intolerancia, deciden dejar de ingerir algunos de esos nutrientes por modas o tendencias.
La experta avisa de que retirar un alimento de la dieta supone un cambio en nuestra alimentación por lo que puede haber riesgo de no cumplir las recomendaciones de ingesta de nutrientes e incluso llevar a cambios en la microbiota intestinal, algo que hoy sabemos que tiene influencia en muchas enfermedades.
Las «alternativas» vegetales
El sector de la leche y de los derivados lácteos también se queja del espacio que suelen compartir en los lineales de los supermercados con bebidas alternativas vegetales y la confusión que ello puede crear en el consumidor.
Para Leis, es importante reseñar que esas bebidas vegetales no son leche, que es la que proviene de un mamífero.
Esas bebidas tienen una composición nutricional que no es igual a la de la leche por lo que no es válido usarla como sustitutivo: es otro tipo de alimento.
En todo caso, son saludables por lo que, sin sustituir a la leche, pueden formar parte también de una dieta saludable.
Leis, que es coordinadora del comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, destaca que los lácteos son el principal aporte de calcio a la dieta humana, un mineral fundamental para la vida y en especial para los niños porque su organismo está en desarrollo.
Más allá de esas etapas tempranas de la vida, la leche beneficia a los adultos porque está implicada en el control de la tensión arterial y de la prevención de la osteoporosis.
También parece que los lácteos juegan un papel importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares, hipertensión o la diabetes tipo 2», concluye.