El Cangrejo ecuatoriano enfrenta una creciente amenaza debido a la intensificación de la pesca ilegal, la captura indiscriminada en épocas reproductivas y la participación de personas ajenas al sector tradicional.
Así lo explicó Pilar Solís, directora del Instituto Público de Investigación de Acuicultura y Pesca (IPIAP), quien anunció una serie de acciones técnicas y comunitarias para proteger la sostenibilidad del recurso.
Guayaquil, 5 de agosto de 2025.— El cangrejo ecuatoriano, uno de los recursos emblemáticos del ecosistema del manglar, se encuentra bajo presión. Aunque una evaluación del año 2019 no detectó colapso en sus poblaciones, los indicadores más recientes alertan sobre signos de sobreexplotación, como la disminución en las tallas de los ejemplares capturados, especialmente en época reproductiva.
NOTICIA RECOMENDADA: Exportaciones no petroleras crecen ¿Qué productos lideran el crecimiento?
La directora del IPIAP, Pilar Solís, detalló a Actores Productivos, que se ha incrementado la pesca ilegal y el ingreso de personas que no pertenecen al gremio cangrejero, algunas incluso de nacionalidades extranjeras, que afectan el equilibrio del ecosistema.
“Se capturan machos, hembras, juveniles y adultos sin distinción, incluso durante la época de reproducción. Esto pone en riesgo la capacidad de regeneración del recurso”, afirmó.
Para enfrentar esta situación, el instituto impulsa el Sistema de Monitoreo Participativo, una iniciativa activa desde 2011 con los cangrejeros y desde 2019 con los concheros. Este sistema permite recopilar información biológica directamente desde el campo, con el apoyo de los propios usuarios del recurso.
Los datos recolectados son luego validados y analizados por el IPIAP, y sirven como base técnica para recomendaciones de ordenamiento pesquero, como vedas, control del esfuerzo de pesca y definición de tallas mínimas.
Adicionalmente, se trabaja en campañas para eliminar el uso de trampas, una práctica que ha generado impactos severos en el ecosistema. Las trampas capturan de forma indiscriminada y afectan no solo a los cangrejos, sino a todo el entorno ecológico del manglar.
“Estamos buscando soluciones técnicas y sociales para frenar la pesca indiscriminada y garantizar la sostenibilidad del cangrejo ecuatoriano”, concluyó Solís. El IPIAP prevé fortalecer la cooperación con las organizaciones locales y autoridades para aplicar medidas de manejo más eficaces.