Una hectárea de copos de este algodón nativo, asomó gracias al trabajo de la Fundación Prosierra y el proyecto +Algodón de la FAO.
Lo que los Arhuacos cultivaron y tejieron en uno de los ecosistemas más representativos de la América Tropical y una de las montañas costeras más altas del mundo hace unos 1500 años (Sierra Nevada de Santa Marta- Colombia), el algodón, vuelve a vestir un retacito del municipio de Ciénaga.
Una hectárea ropada de copos de este algodón nativo y ancestral, asomó entre fríjoles, ajíes y maíz, gracias al trabajo de la Fundación Prosierra y el proyecto +Algodón de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO con la pretensión a futuro de cultivarlo comercialmente. Una empresa textil sacará una marca de ropa colombiana y aspira confeccionar los primeros trajes este año, con los 1.230 kilos de algodón en rama -100% orgánica-, que ya han sido desmotados.
Según Santiago Giraldo, director de Prosierra, después de muchos intentos, esta es la primera paca comercial de algodón nativo no transgénico producida en el vecino país, iniciativa similar que también promueve la FAO en Brasil.
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Esta siembra de 7 mil plantas en 1 hectárea de la estación de Prosierra, se recolectó entre los meses de febrero y marzo de este año y los 600 kilos de semilla de la variedad gossypium barbadense, -rescatada a partir de una pocas plantas identificadas en un área de la Sierra Nevada a mil metros de altura sobre el nivel del mar-, será distribuida entre 10 familias indígenas y productores algodoneros de distintas zonas.
La primera cosecha de algodón nativo producida de manera orgánica, requirió de cuidados especiales desde el campo hasta su transformación, todo para garantizar la calidad y las características de la producción diferenciada.
En Colombia, la siembra de la fibra vegetal nativa arrancó con una expectativa de producción de 3 toneladas para febrero próximo y el objetivo de las empresas auspiciantes es seguir ampliando las áreas de cultivo para incrementar la oferta de semilla.
Estima la FAO que el proyecto +Algodón busca apoyar el desarrollo de la cadena de valor del algodón, mejorando ingresos, condiciones de vida y seguridad alimentaria de los agricultores familiares y campesinos. Busca implementar un sistema diversificado de producción que combine el algodón con otros cultivos intercalados y una rotación también con cultivos alimentarios y ejerciendo buenas prácticas, ambientales y sociales.
En 2013, la Unión Internacional de Conservación Natural declaró la Sierra Nevada de Santa Marta el ecosistema más irremplazable del planeta en términos de su contribución a la supervivencia a largo plazo de especies amenazadas.
Actualmente, apenas el 1 % de la producción de algodón en el planeta es orgánica. Además, se calcula que alrededor del 10 % de los agroquímicos del mundo se usan en este cultivo, cuyo precio, por ejemplo, tiende a aumentar si también lo hace la tasa de cambio. La cosecha de la Sierra Nevada fue vendida con un 25 % de sobreprecio, cuenta el integrante de la FAO.
El objetivo es poder producir de 800 a 1.000 kilos de algodón ya desmotado por hectárea, o sea entre 2.500 y 3 mil kilos de algodón semilla por hectárea para hacer viable el proyecto orgánico y se obliga el apoyo del Estado.