El huracán Fiona golpea las plantaciones de banano en la República Dominicana
Ahora que los productores y los expedidores están un poco más lejos del huracán Fiona, que llegó desde Puerto Rico –donde provocó una caída del suministro eléctrico y provocó daños de consideración– a la República Dominicana, ya se tiene una imagen más clara de los daños sufridos por el país. La tormenta atravesó la República Dominicana el lunes y tuvo a 18 provincias orientales en alerta roja.
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«Aunque la lluvia fue beneficiosa, no lo fue tanto con 12 horas consecutivas de vientos y tormentas», dice César Pérez, de la empresa dominicana Frescura Tropical. Indica que el lunes por la tarde se notificaron más daños relacionados con Fiona. La Altagracia, La Romana, El Seibo, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Semana, Duarte y Monte Plata recibirán, parece ser, ayuda del Gobierno para recuperarse de los graves daños.
«También hay una muerte y muchos daños materiales en otras partes de la República Dominicana», añade Pérez. La organización de ayuda Project Hope, que desplegó personal de emergencia en Puerto Rico y la República Dominicana, informa de que hay 789 desplazadas y de que 11.500 se quedaron sin suministro eléctrico a causa de las inundaciones y la caída de las líneas eléctricas en la República Dominicana.
Aunque no trabaja con fruta de la República Dominicana, Andy Thomas-Stivalet, de Kavidac Produce, está familiarizado con los daños que una tormenta del tamaño de Fiona puede provocar en unas instalaciones agrícolas y dice que podría preocupar la producción de banano en el país en el futuro próximo.
Cabe destacar que un fenómeno de esta magnitud puede causar daños a gran escala en las plantaciones debido al viento. Añade que las preocupaciones podrían girar en torno a los daños en las hojas y la rotura de hojas, lo que ralentiza el crecimiento y daña las plantas y las raíces. Esto es algo que puede darse ya con una velocidad del viento de 15 nudos, y los datos muestran que la isla fue azotada por vientos sostenidos a una velocidad de 78 nudos. «Con alrededor de 25 nudos, hay una alta probabilidad de rotura, doblamiento o erradicación de las plantas, en especial aquellas con tallos», explica.
«Los tallos suelen pesar unos 20-40 kilos, que es mucho peso para una planta que, básicamente, es un 99 por ciento agua. Incluso a 30-40 nudos, las rachas cortas –de unos segundos a minutos– causan daños masivos en las plantaciones donde soplan». Añade que los vientos sostenidos de más de 70 nudos arrasan plantaciones enteras, y eso sin tener en cuenta los daños provocados por el agua al subir los niveles.