Los arándanos de Chile están disponibles entre octubre y abril de cada año cuando no existe producción en los principales mercados del hemisferio norte.
Los agricultores trabajan día tras día por producir alimentos inocuos, esforzándose por cumplir con los estándares más altos de calidad y producción, e implementando las Buenas Prácticas Agrícolas en su labor diaria.
Sin embargo, varios países han creado barreras comerciales que dificultan la exportación de los productos, sin importar su alta calidad e inocuidad.
Los Límites Máximos de Residuos (LMRs) son una norma comercial y una medida que designa el nivel más alto de residuos de plaguicidas tolerados legalmente en la comida cuando se aplican los plaguicidas de manera correcta.
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Los LMRs se establecen muy por debajo de los márgenes de seguridad para determinar que los alimentos producidos con plaguicidas sean adecuados para el consumo.
Aunque en un escenario ideal esta norma comercial garantizaría la inocuidad del producto y la salud del consumidor, la falta de fundamento científico y de estandarización de los LMRs ha hecho que éstos sean casi imposibles de cumplir, ya que cambian de un día para otro y restringen cada vez más al agricultor de usar herramientas para producir exitosamente.
Leslie Segovia, productora de arándanos en Chile, nos cuenta más sobre los desafíos a los que se enfrenta dentro de su producción específicamente con los LMRs.
FUENTE: CROPLIFE