El pasado jueves 15 de diciembre se realizó el evento «Diálogo de Saberes» con la participación de cerca de 80 productores y técnicos, el 70% mujeres, quienes reflexionaron sobre la importancia y conservación de las semillas ancestrales, las recetas tradicionales, y leyendas que las contextualizan.
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Este evento lo organizó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) en el marco del proyecto de enfoques de género transformadores-Ecuador. Con esto se dio inicio a cuatro Comunidades de Aprendizaje de la Agricultura Familiar Campesina para los cantones Paute, Sígsig, Chordeleg y Cuenca.
El taller se realizó en tres mesas de trabajo: conservación de semillas y especies vegetales; hábitos alimenticios de las poblaciones rurales; fábulas cuentos e historias de la población del área rural», de las que se obtuvieron importantes resultados que servirán como línea de trabajo para las Comunidades de Aprendizaje, explicó Giordano Torres, director Distrital del MAG en Azuay.
Carmen Villa, productora y lidereza de la parroquia Baños, expresó su satisfacción de participar en estos espacios de intercambio. «Podemos profundizar los saberes que nos han enseñado nuestros padres y abuelos, para rescatarlos y sumarlos a la asistencia técnica para una mejor producción».
Como resultado del intercambio de saberes, se establece una línea de trabajo para conservación y rescate de variedades ancestrales mediante intercambios y casas de semillas; considerando especies de maíz como cuzco, morocho, shubais, sapón; tubérculos como melloco, mashua, oca, papa victoria, entre otros.
En lo que respecta a hábitos alimenticios, productoras y productores participantes rescataron recetas tradicionales como la sopa de chío, penco negro y la chicha de jora; asimismo las prácticas tradicionales de cocción, preparación de los alimentos y consumo de los mismos.
Sobre los cuentos y leyendas, historias como “la huaca», «los galones», «los llashacos», destacaron entre los productores. «Reflexionamos que toda leyenda está enfocada en la comida, qué es el centro de toda actividad, con esto podemos generar una ruta de aprendizaje comunitaria para que los niños, niñas y adolescentes aprendan estos conocimientos ancestrales y experiencias de comida, historia y cuentos» expresó Guido Cárdenas, participante del diálogo.
Por su parte Cristina Vera, coordinadora del Proyecto por parte del Programa Mundial de Alimentos, comentó: «Es importante articular con los diversos actores para lograr el desarrollo productivo. En las Comunidades de Aprendizaje se forman promotores y verdaderos líderes para replicar esos conocimientos aprendidos».