Los resultados del Acuerdo de Biodiversidad en Alta Mar (BBNJ), adoptado por las Naciones Unidas el pasado 4 de marzo, tienen satisfechos a la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), principal gremio pesquero industrial del país.
La aprobación del texto de un Acuerdo para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina en Áreas más allá de la jurisdicción Nacional (BBNJ por sus siglas en inglés), es el resultado de intensas negociaciones por más de 4 años dentro del marco de las Naciones Unidas, así lo sostuvo Rafael Trujillo, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Pesquería.
Tema de especial interés
Rafael Trujillo explica que este acuerdo, que se venía negociando desde el año 2017 y en el que participó la Cámara, es de especial interés para el sector pesquero ecuatoriano ya que buena parte de su flota realiza actividades en zonas de altamar.
Agrega que parte importante del Acuerdo comprende la posibilidad de establecer herramientas de manejo basadas en zonas geográficas, especialmente áreas marinas protegidas en la altamar, en coordinación, consulta y respetando las competencias de los Órganos Regionales y subregionales de ordenación pesquera (OROPs).
Posición de equilibrio
La CNP destaca la posición de equilibrio que adoptó la delegación nacional al frente de la Cancillería, midiendo la necesidad de proteger la biodiversidad en altamar, sin perjudicar el sector pesquero, promoviendo ante los demás países la tesis de “aclaración y respeto de las competencias” de los actuales instrumentos internacionales, regionales y subregionales que regulan la pesca, de acuerdo con la CONVEMAR y el Acuerdo de Nueva York sobre especies altamente migratorias y transzonales.
Trujillo resalta que la pesca es una de las actividades más reguladas en alta mar a través de las OROPs, en caso de nuestras zonas de pesca la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (SPRFMO), y es pilar fundamental para la economía nacional y la soberanía alimentaria.
Para la implementación de este Acuerdo Internacional falta aún un largo proceso. El texto aprobado (en inglés) se encuentra en edición, posteriormente será traducido a los otros 5 idiomas oficiales de Naciones Unidas y será tentativamente puesto a consideración de los países miembros de la CONVEMAR en su sesión ordinaria del mes de junio. Posteriormente los países que lo adopten deberán suscribirlo, y finalmente deberán ser ratificados por los congresos o asambleas legislativas nacionales.
El Acuerdo entraría en vigor 120 días posteriores a la 60a ratificación, lo que se estima podría demorar de 3 a 4 años, indica finalmente Rafael Trujillo.