Expertos en cambio climático investigarán en Ecuador
Una delegación de dieciocho investigadores israelíes de la universidad Ben Gurión (BGU) de Israel, visitan por primera vez a Ecuador para impulsar trabajos con docentes y estudiantes de Universidad San Francisco de Quito (USFQ), relacionados con el cambio climático.
Expertos en biodiversidad, biología marina, química, biotecnología, microbiología, ingeniería, neurología, ciencias de la vida, oceanografía, biomedicina, geoinformática y ciencias de la computación, entre otros, desde esta semana se trasladarán al Centro Científico de Galápagos y la Estación de Biodiversidad de Tiputini (TBS), en la Amazonía de la universidad ecuatoriana.
“Esperamos asociarnos con entidades académicas en Ecuador como ya lo hemos hecho con la Universidad San Francisco de Quito, para seguir profundizando nuestras relaciones en América del Sur», destaca el Prof. Chamovitz, quien recuerda que «la experiencia de la Universidad Ben-Gurión es valiosa para el mundo”.
Más de 50 años de investigación ambiental, dice el profesor, nos han posicionado de manera única para brindar soluciones a las preguntas más apremiantes en materia climática y medioambiental.
La BGU cuenta con cerca de 20.000 estudiantes y 800 profesores e investigadores en sus seis facultades y doce escuelas en el corazón del desierto de Israel, ya que fue fundada como parte de la estrategia para conquistar el desierto, y desde entonces se ha convertido en el centro de investigación de mayor crecimiento en Israel y el que mayor experiencia acumula en todo el abanico de ciencias medioambientales.
“Somos una universidad en medio del desierto que se adelantó a su tiempo. Mucho antes de las crisis climáticas, de que comenzara a hablarse en el mundo del cambio climático, la Universidad Ben Gurión acumulaba ya una experiencia valiosa”, subraya la profesora Sigal Abramovich, directora del Departamento de Ciencias de la Tierra y Medioambiente de la BGU.
En 2021 la Universidad israelí creó la Escuela Goldman Sonnenfeldt de Sustentabilidad y Cambio Climático, para adoptar un enfoque multidisciplinario que combine los esfuerzos de investigación en distintos campos y ofrezca respuestas a los efectos primarios y secundarios de estos cambios, entre ellos, la escasez de agua y alimentación, la pérdida de biodiversidad, el reparto desigual de los recursos naturales, la contaminación, o la necesidad de desarrollar fuentes de energía sostenible.