Si bien en los últimos años los aficionados a la agricultura vertical a veces se calificaban de manera socarrona como hipsters con un hobby muy caro, el cultivo multicapa de frutas y hortalizas se ve cada vez en empresas profesionales, por ejemplo en los viveros para la multiplicación de plantones. “No se trata solo de mejorar la calidad de las plantas jóvenes, sino sobre todo de la controlabilidad del cultivo y, por lo tanto, de la velocidad de crecimiento”, dice Koen Vangorp, de Mechatronix.
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¿Cuál es el invernadero más caro que existe? Pues el invernadero que esté vacío, y ahí es donde, según Koen, se encuentran las oportunidades para la agricultura vertical. “En el cultivo de lechugas muchos viveros trabajan con sistemas de cultivo totalmente automatizados, ya que con canalones móviles logran hacer un uso más eficiente del espacio disponible. Pero no es fácil ajustar la velocidad de la multiplicación de los plantones al espacio disponible en el estanque, donde crecen las lechugas. Por ello, al reemplazar el cultivo tradicional, con o sin iluminación, por un sistema de múltiples capas más controlable, el productor puede planificar con mucha más precisión cuántas plantas necesita sembrar en un momento determinado. Con este método, es posible saber por día cuántas plantas estarán listas para ser trasladadas al estanque”, comenta Koen.
Junto con Meteor Systems, Mechatronix desarrolló un sistema de cultivo multicapa automatizado con barras de pulverización. En el último trimestre, ya se llevaron a cabo pruebas intensivas en una empresa de cultivo que trabaja con canalones flotantes. “Tenemos 120.000 plantones en la configuración de prueba. Trabajamos con varias capas, porque de lo contrario sería demasiado caro en términos de metros cuadrados de suelo”, comenta Koen.
El cultivo controlado permite producir de manera más intensiva, lo que acorta el período de amortización de la inversión. “El cultivo en invernadero no es barato, pero ahora se pueden cosechar más volúmenes de lechugas”, resume Koen. “Además, siempre se obtienen plantones de la misma calidad, por lo que el control del crecimiento de las lechugas en el estanque también es mayor. Y con la estrategia de iluminación correcta, la planificación se lleva a la perfección, lo cual era imposible en el pasado”.
Oportunidades
El cultivo híbrido, en el que la primera parte del cultivo se lleva a cabo en un sistema multicapa y el crecimiento posterior de la planta se produce de manera tradicional en el invernadero, también presenta oportunidades para las hierbas aromáticas. “En cuanto a las hierbas de crecimiento rápido, el ciclo completo del cultivo se realiza en invernadero, pero en las hierbas leñosas solo el enraizamiento suele tener lugar en una instalación multicapa, ya que su ciclo de crecimiento es demasiado largo, haciendo que la inversión por metro cuadrado sea demasiado cara”, dice Koen. Del mismo modo, los viveristas utilizan esta técnica también, por ejemplo, para acelerar y mejorar la curación después de un injerto o para acelerar la multiplicación de los plantones a partir de plantas madre. “Al fin y al cabo, siempre se trata de la controlabilidad de una fase de la multiplicación”.
En general, parece haber más y más oportunidades inesperadas para la agricultura vertical, también en Europa. “Ya estamos empezando a llevar a cabo algunos grandes proyectos, aunque a menudo los productores no están muy familiarizados con este tipo de cultivo y sus posibilidades, considerándolo también como un cultivo caro”, dice Koen. “Por supuesto, siempre se debe hacer una valoración económica de la instalación. Es decir, no será el caso de que mañana se instalen aquí miles de cultivos multicapa, ya que también siempre sigue estando la luz del sol. Usamos el sol cuando es posible y la iluminación artificial cuando es necesario”.