De acuerdo con Bloomberg, el incremento en el costo de los granos está provocando que dicho suministro sea más ajustado para la industria cárnica internacional, pues incluso empresas con sede en países con un alto desempeño productivo han tenido que recurrir a la importación del insumo para garantizar el suministro
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Perdue Farms, una de las principales compañías del sector en Estados Unidos, recientemente debió comprar soya desde Brasil, pese a ser uno de los principales productores a nivel mundial; dicho intercambio comercial ascendió hasta las 31,450 toneladas.
☞ EL DATO: De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, este año EE. UU. generará 112.6 millones de toneladas de soya, 15.4% más que en 2020.
A su vez BRF, con sede en el país sudamericano, que es también uno de los mayores productores de maíz en el plano global, ha tenido que importar este grano desde Argentina para paliar la situación derivada de los precios altos y el suministro limitado.
En la firma de servicios financieros Macquarie Group, explicaron que si bien los precios de estos insumos se han incrementado, las alzas en los costos de producción aún no se han transmitido del todo a las empresas procesadoras, debido a sus márgenes de ganancia.
Esta opinión fue compartida por Paulo Sousa, director ejecutivo de Cargill en Brasil, sin embargo, aceptó que las ganancias ya han comenzado a experimentar reducciones derivadas del encarecimiento del maíz y la soja.
Explicó que al ser ambos granos los componentes principales del alimento balanceado para las especies de producción, no hay una gran variedad de alternativas por las que puedan optar para recortar los gastos.