La utilización del “mulching” o cobertura plástica del suelo es una técnica que se emplea en cultivos hortícolas, cuya finalidad es la protección del sistema radicular de las plantas al frío, sequía, vientos, malezas y plagas. Todas estas amenazas están presentes en las “chakras” de los agricultores de la Región Alto Andina, amenazas que cada vez se vuelven más intensas por los efectos del cambio climático.
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Varios estudios han demostrado los beneficios del uso del acolchado en el maíz, ya que incrementa el rendimiento, mejora la precocidad, la eficiencia en el uso del agua, aumenta la temperatura del suelo y la tolerancia a sequía y heladas.
El INIAP de Ecuador, con el apoyo del Programa Coreano Internacional para la Agricultura (KOPIA), está adaptando y evaluando el uso del acolchado en las “chakras” de los agricultores (investigación participativa), y se han observado incrementos de rendimiento de entre 35 a 200%, dependiendo del clima y manejo del cultivo. Análisis económicos confirman el beneficio de la tecnología, ya que la inversión del plástico es superada por el incremento del rendimiento y el ahorro en mano de obra al no controlar malezas ni realizar el aporque.
El uso del acolchado puede aportar beneficios para el cultivo de maíz y de otros cultivos asociados, disminuyendo la vulnerabilidad de las plantas a las condiciones adversas del clima y disponiendo de más y mejores alimentos para fortalecer la economía y la seguridad alimentaria y nutricional de las familias campesinas.